domingo, 14 de diciembre de 2008

Crónica: Encuentros con Gabi en la 5ª Planta...

El pasado jueves 11 de diciembre, l@s Estudiantes de la Asamblea de la UAMContra Bolonia realizaron un encierro en el Rectorado de esta Universidad en solidaridad con los 28 alumnos expedientados en la U.A.B., y exigieron en una reunión a Ángel Gabilondo (Rector de la UAM y presidente de la Conferencia de Rectores deUniversidades Españolas) que firmara la siguiente declaración de apoyo a los mismos:



“Con mi firma, muestro mi rechazo a que se sancione y reprima la libertad deexpresión y manifestación en el seno de la comunidad universitaria, y pido que searchiven los expedientes disciplinarios, que ha abierto el Rectorado de laUniversidad Autónoma de Barcelona a sus estudiantes”


Ante la negativa del Rector a firmar la hoja, l@s estudiantes exigieron una justificación, a lo que el Ilustrísimo contestó que “todavía se desconoce la verdad delos hechos acaecidos”, por lo que no podía posicionarse. Pese a desconocer lo sucedido,el Rector se refirió a los expedientados como “violentos y antidemocráticos”.


Sin embargo, en dicha reunión el Rector quiso demostrar su progresismo y bondad,y se comprometió a firmar otro texto que mostrase su posicionamiento en contra de larepresión a la libertad de expresión y manifestación y en apoyo a la derogación del franquista Reglamento de Disciplina Académica de 1954 mediante el cual se pretende expulsar a los 28 expedientados.



Así, el viernes 12 de diciembre a las 9 de la mañana, l@s estudiantes entregaron elsiguiente texto conforme con lo acordado la tarde anterior:


“Desde el reconocimiento de la libertad de expresión y manifestación, y del derecho de su libre ejercicio, manifiesto mi posición de rechazo ante cualquier medida disciplinaria tomada en contra de estos principios.Declaro también mi posición a favor de la derogación del inconstitucional Reglamento de Disciplina Académica de 1954, y por tanto mi rechazo a cualquierexpulsión derivada de la aplicación del mismo."


Curiosamente, pese a que hacía 13 horas que había manifestado dicho posicionamiento, se negó a firmar sus propias palabras, aludiendo a la última frase del texto, que consideraba contraria a sus principios por “estar en contra de la guerra preventiva”. “En caso de que se les expulsase, mostraría inmediatamente mi rechazo, pero no puedo firmar por algo que no sé si va a pasar”, dijo. Además, declaró que “no puedo pedir que no se aplique la legislación vigente” (curioso, teniendo encuenta que jura llevar tiempo pidiendo que se derogue tal Reglamento).
CARTEL EXPLICATIVO DE LO SUCEDIDO-->

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